¿Es necesario obsesionarse para tener éxito?
La seducción de una expectativa versus la trampa de la obnubilación.
Bombardeos de sonrisas, festejos semanales, celebraciones de logros y metas alcanzadas. Un panorama en el que todos la tenemos clarísima.
Cuando empecé a escribir esta nota, comencé tomando ejemplos de “casos de éxito”, pero mientras más bullets agregaba a mi lista (subjetiva) de arquetipos exitosos, más entendía que son incontables, que los veo todos los días apenas apago mi despertador y abro una aplicación, y que acorde a mi perspectiva, todos están contentos, todos lo están “logrando”.
Automáticamente, caemos en el circulo vicioso de preguntas diarias. ¿Debería estar haciendo más, trabajando más, laburando 24/7? Seguro estas personas que lograron X, dieron hasta lo que no tenían para llegar hasta acá. Qué irónico lo inevitable de caer en este loop de cuestionamientos.
Y, bueno. Rodeados de momentos de gloria, tiene sentido que nos sumerjamos en las profundidades de los mares de la inseguridad. En un contexto (global) en el que todos somos empujados a logros constantes y al no frenar, no nos queda otra que alterarnos el segundo que nos percibimos relajados, disfrutando.
Entonces, ¿el éxito siempre requiere obsesión?
¿Qué mie$%* es el éxito? Logros personales y sociales
Éxito es una palabra que suena fuerte, pero cada uno la entiende a su manera. Para algunos, puede ser tener una casa enorme o un auto. Para otros, quizá sea poder sentarse a leer un libro en paz una tarde de domingo cuando pega el solcito en la ventana.
Pero rondándole tanto a esta cuestión, comencé a descubrir aristas nuevas. Quizás estamos mirando el problema del lado de enfrente de la vereda.
Generalmente, no paramos a preguntarnos qué significa el éxito para nosotros. Adoptamos definiciones de otros, copiamos conductas, y repetimos frases que nos parecieron piolas (pero probablemente las escuchamos en algún lado). Y ante la dificultad de las respuestas, adquirimos definiciones estándar: un trabajo bien pagado, una vida sin fallos, una sonrisa diaria.
Desde chicos, nos programaron para seguir una sola versión, y terminamos midiendo nuestro éxito según esas reglas generales. Pero, ¿qué tan satisfecho te deja esa definición prestada?
Quizás la verdadera pregunta sea: ¿estás persiguiendo algo que realmente te importa, o solo lo que te dijeron que deberías querer?
La trampa de la obsesión
Ahora, supongamos que definiste (o creés tener definido) el éxito. Muy convencido, estás yendo tras la zanahoria. Seamos honestos, en estos casos de destellos de ambición, estamos muy proclives a la obsesión. Es el único lugar donde queremos depositar nuestra energía. Y acá es cuando se complica.
Lamentablemente, cuando el éxito se convierte en obsesión, empieza a exigir más de lo que devuelve. Pasar demasiado tiempo enfocado en lograr metas puede llevar a quemarte el bocho, esa sensación de agotamiento físico y mental que nos deja sin energía de tanto sobre pensar. Ni hablar de la ansiedad que genera creer que nunca es suficiente, que siempre hay algo más que deberíamos estar haciendo.
A esta altura, tu creatividad está en punto muerto. La mataste.
Pero como les comenté en mi nota anterior, a veces nos olvidamos de considerar qué quizás no estamos persiguiendo la zanahoria indicada.
Y sí, persiguiendo logros que copiamos, luchamos con mediocridad, y después de un rato, nos cuestionamos porque “lo bueno” tarda tanto en llegar. Es que difícilmente vas a romperla en lo que haces si no te encanta. Y midiendo tu valor por cuántas cosas tachas de la lista, la obsesión por producir te aleja de lo que realmente importa.
Condiciones que nos atrap(an)
No quiero hablar de éxito o ambición sin reconocer un hecho incómodo: no todos tenemos las mismas herramientas para salirnos de este ciclo. A veces, no es tan fácil abandonar la carrera por el éxito cuando las condiciones económicas o sociales te mantienen atrapado. No se trata solo de perseguir sueños, sino de sobrevivir en un sistema que muchas veces nos empuja a seguir sus reglas para llegar a fin de mes.
La presión de la estabilidad económica: Para muchas personas, el trabajo no es una opción, es una necesidad básica.
Falta de acceso a oportunidades: El contexto en el que nacemos o vivimos también juega un papel enorme.
El mito del "trabajo duro": Nos engañamos con la idea de que con esfuerzo todo se puede, mientras que millones son responsables y aún así no consiguen salir adelante porque el sistema está diseñado para que lleguen pocos.
Buscar pequeños cambios dentro del sistema: Salirse del sistema no siempre es viable, pero si es posible hacer pequeños cambios.
Ambición vs. Obsesión
Una ambición saludable, puede ser una fuerza propulsora, imparable, mientras que la obsesión nos ciega y consume. La clave está en que la ambición salga de la pasión y un propósito claro, no del miedo al fracaso o la comparación constante.
No es necesario sacrificar todo por el éxito, menos aún si no lo definiste. Porque la realidad es que hay muchas formas de conseguir tus metas sin perderte de vista.
El camino a un panorama sostenible
Crecemos y cambiamos, y nuestras definiciones de éxito evolucionan. Lo que hoy consideras triunfo puede no ser lo mismo en cinco años, y está bien! El verdadero desafío es dejar de lado las expectativas externas y redefinir el éxito según lo que resuena con nosotros en cada etapa.
En mi caso, soltar esas presiones externas me permitió encontrar una versión más auténtica del éxito. Para mí, hoy, el éxito es tener permitirme convertirme en quien tengo que ser, por ejemplo escribiendo Life Menu (guiño, guiño).
Por lo tanto, la coach en mi no puede evitar dejarles algunos consejos prácticos para que puedan crear un enfoque balanceado y sostenible en su propia búsqueda del éxito:
*disclaimer: estos consejos me los digo a mi también, no se crean que ya estoy dominando el mundo.
Reevaluá lo que significa éxito para vos HOY, no lo que era antes.
Asegúrate de que tus metas se alineen con tus valores y no con las expectativas de lo que deberías valorar.
Descansar también es parte de una vida productiva.
Celebrate, mimate. Si no lo haces vos, ¿por qué lo harían los demás?
Desafortunadamente, los fracasos forman parte del camino hacia el éxito, generalmente son la semilla del árbol.
Intentá rodearte de las personas que compartan los mismos valores que vos <3
Basta de unboxing, dame buena data
Un reel de Robert Green hablando de estos temas que me pareció piola.
en Berlin - Esta semana fui a un coaching de arte por primera vez y me pareció increíble. Con una combinación de meditación y coaching, Almut C. Hüfler, reunió a 5 personas un sábado a la mañana, para ayudarnos a conectar nuestras trabas con obras expuestas en la Galerie Anna… y me entendí más de lo que creía.
en Buenos Aires - mientras esta cama y alfombra son mis únicas pertenencias (además de la sartén que compré en el chino), todavía quedan algunos items de mi casa en BA a la venta. Vayan a ver, los precios bajaron!
Tuve un montón de feedback y quiero más! ¿Cuál es tu perspectiva/opinión sobre el éxito?
Si llegaste hasta acá es porque me re bancas el proyecto!
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xoxo
abi